La magia existe, y no es más que las cosas sucedan tal como uno las sueña. Un mago sabe que, primero, hay que creer en ello y, después, darle dedicación hasta que la práctica se convierta en maestria. En el liderazgo también existe la magia, y se trata de confiar en su potencialidad y aplicar hasta integrar algunos comportamientos clave. A continuación, una propuesta de cosas que contemplar para conseguir desplegar magia en nuestro liderazgo:
- Define el propósito. Demuestra que entiendes el rol y las responsabilidades de cada miembro de tu equipo. Articula con claridad por qué el trabajo de cada persona es importante y propon expectativas de antemano.
- Alienta el trabajo en equipo. Cuando a los empleados se les da posibilidad de contribuir con ideas, emergen mejores soluciones. El trabajo en equipo es la característica principal de una cultura en la cual todos tienen su voz y es escuchada.
- Encuentra e inspira confianza en otros. Reconociendo las diferentes contribuciones de cada persona al equipo, la división de las tareas se vuelve simple. Entiende que cada miembro de un equipo aporta alguna experiencia de valor. Guiando y alimentando esa experiencia, las personas comienzan a sentir que son parte del equipo.
- Libera el potencial. Las políticas y los procedimientos son importantes, pero seguir siempre las reglas puede conducir a comportamientos rígidos. Algunas de las mejores ideas provienen de nuevas formas de pensar. Abre espacios a soltar creatividad.
- Entiende las necesidades de tus colaboradores. Para un líder, el crecimiento de su equipo es fundamental para el crecimiento del resto del negocio. Cuando un líder entiende sus sueños y sus aspiraciones, los colaboradores se sienten escuchados.
- Transmite reconocimiento. Como líder, comunica el valor y el potencial para que tus colaboradores hagan su mejor trabajo. Reconoce siempre un trabajo bien hecho.
Esther Lobo – Socia
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