Sin embargo, el mundo cambia constantemente y nos exige progresar, cambiar de hábitos, superar nuestros límites para no estancarnos y poder crecer profesionalmente.
Y realizar mejoras notables por uno mismo cuesta bastante. Porque es fácil caer en excusas del tipo: «es que no tengo tiempo, es que no sé si lo conseguiré…», en lugar de pensar: «¿y por qué no?». Es un salto cualitativo en el modo de ver las cosas.
Desde la posibilidad, puedes descubrir razones y motivos para cambiar hacia una mejor dirección, para explorar nuevas oportunidades y aprender de la experiencia.
La clave está en saber distinguir unas y otras: nuestras excusas y nuestras razones. Y la técnica del Coaching ejecutivo te puede ayudar si te encuentras estancado en este proceso.
¿Qué proyecto te gustaría llevar a cabo?, ¿Qué excusa te impide dar el primer paso y cruzar «tu línea»?
“Dentro de 20 años estarás más decepcionado por las cosas que no hiciste que por las que hiciste. Suelta amarras y navega lejos de puerto seguro”. (Mark Twain).
Marta Esteban
Socia Catalizadora
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