Haciendo un paralelismo entre las filosofías de coaching y de marketing encuentro un elemento común claro: ESCUCHAR al cliente, averiguar lo que quiere, lo que necesita, y pensar siempre en positivo, siempre con optimismo.
Cuando escuché por primera vez en 1985 el significado de la palabra “márketing”, recuerdo que me impactó su vocación “limpia” de satisfacer las necesidades del consumidor, de forma auténtica y sincera, sin trampas y con transparencia.
Un concepto tan simple me pareció totalmente rompedor con la mentalidad fabricante de la mayoría de empresas que conocía, más orientadas a producir y a empujar luego el producto al mercado.
La empresa orientada al márketing, apuesta por un proceso más empático e inteligente emocionalmente con el consumidor, y le pregunta qué producto le gustaría comprar, para luego fabricar lo que quiere.
Un proceso de coaching puede parecerse a un plan de márketing personalizado, donde la esencia de la persona es el núcleo del producto, el precio es lo que decide valer e invertir en sí misma, y a partir de sus valores, decide sus objetivos y las estrategias de cómo alcanzarlos.
¿Y cuál es la vocación del coaching? Pues muy similar a la del márketing, pero con mayor trascendencia vital: satisfacer el anhelo humano de liberar su máximo potencial.
Por eso, lo primero que hace un coach antes de empezar un proceso de coaching ejecutivo es preguntarle al coachee cuál es su objetivo, y cuan motivado y comprometido está en convertirlo en realidad. Si hay determinación y humildad en dejarse ayudar, hay potencial por liberar y oportunidad para invertir en talento.
El enfoque absoluto del coach en el coachee, CATALIZA su “empowerment” hacia el objetivo consensuado entre él y la empresa. Al final del proceso de coaching, el propio coachee es quien hace un informe a la empresa, donde mide los indicadores de los objetivos marcados, antes y después, y se compromete a consolidar todos los cambios y mejoras conseguidos durante el proceso.
¿No es muy parecido el coaching a un buen plan de marketing personalizado de un ejecutivo con ganas y potencial por liberar?
Especialmente en momentos de crisis como los actuales, es probablemente el mejor regalo posible para el profesional emprendedor y con ganas de mejorar sus competencias y habilidades de liderazgo emocional. Márketing y Coaching, dos filosofías que ESCUCHAN con mentalidad siempre positiva, y que se focalizan en el cliente.
Jaume Abad
Socio
me ha encantado tu artículo compañero, particularmente por mi «background» en marketing. La esencia de ambas profesiones es la de escuchar y mejorar la calidad de vida del cliente. Solo espero y deseo que el coaching nunca llegue a «ensuciarse» como algunas prácticas de marketing, que, con tal de favorecer la venta del producto/servicio, han recurrido a engaños, información en letra pequeña, malentendidos y manipulaciones. Te felicito Jaume por el artículo! Miriam.
Gracias Miriam. Coincido contigo y por eso menciono que lo que me impactó su vocación “limpia” de satisfacer las necesidades del consumidor, de forma auténtica y sincera, sin trampas y con transparencia.