Aunque desde hace muchos años sabía que en los USA más del 40% del coaching se hace exclusivamente telefónicamente, siempre he sido reacia a proponer sesiones de coaching a distancia.
Pensaba y decía con aplomo que una sesión presencial era más eficaz que una telefónica. Las circunstancias y la experiencia me han enseñado otra perspectiva y es lo que quiero compartir.
Como coachee he elegido trabajar con un coach localizado en otro país lo que me ha permitido constatar que los resultados de las sesiones podían ser excelentes.
Como coach, propuse después a uno de mis clientes que mantuviéramos una sesión de coaching telefónica.
Este estaba en un proceso de cambio y de decisión importantes, con muchos viajes y le era imposible venir a mi despacho.
La sesión fue muy productiva y eficaz. La concentración de mi cliente y la mía fueron óptimas, focalizamos en lo esencial, mis preguntas le permitieron encuadrar su situación de otra forma, examinamos diferentes opciones , su motivación se mantuvo fuerte y su plan de acción fue claro y concreto.
Recuerdo haber oido su respiración, tomar notas, cambiar varias veces de posición, sentir sus dudas y después su determinación.
Después de esa experiencia he seguido proponiendo sesiones telefónicas a mis clientes. Algunos, al principio, han sido reacios pero luego, al comprobar los resultados de la sesión y al ver la posible flexibilidad y la economía de tiempo realizada, me han pedido repetir la experiencia.
Actualmente tengo clientes por ejemplo en Vietnam, en Andalucía y en San Francisco y la idea de no tener fronteras en mi profesión nos favorece tanto a mis clientes como a mí misma.
Hoy ya no dudo en solicitar los servicios de un colega que está en otro país y el hecho de poder elegir sin tener fronteras me beneficia.
Una sesión de coaching telefónico no es una conversación telefónica. Para ser eficaz, requiere desarrollar nuevas aptitudes y cumplir ciertas reglas estrictas de preparación y de organización.
¿Lo quieres probar?
Viviane Launer, MCC
Socia
vlauner@cataliza.org http://www.cataliza.org
Como cliente del coach Juan Martínez-Edesa creo que he realizado tantas sesiones telefónicas como presenciales. El proceso de coaching es igual de efectivo en ambas y, aunque se echa de menos la cercanía del contacto visual, la calidez de las sesiones sigue intacta.