Durante nuestro curso práctico de «Comunicación Eficaz e Impactante» organizado por Instituto Cataliza en Madrid e impartido por mi y mi compañera Myriam Álvarez vimos las distintas maneras de percibir la realidad que nos rodea. Desde la Programación Neurolingüística hablamos del sistema representacional: visual, auditiva y kinestésico que nos permite captar y procesar la información del mundo exterior y provocar una reacción.
Sin embargo no todos lo hacemos de la misma forma. Cada quién suele utilizar de manera inconsciente uno de los sentidos con mayor frecuencia.
Hablamos del sistema representacional visual cuando un individuo utiliza sus ojos para captar y procesar la realidad con mayor frecuencia. Esta persona se fija mucho en los detalles visuales como los colores, las formas, el enfoque … y hablan con predicados relacionados a este sentido.
El sistema representacional auditivo es utilizado por una persona que experimenta su mundo a través de su oído. Ella recuerda lo que dice la gente. el tono, el volumen, la velocidad … y usa en su lenguaje predicados vinculados al sentido auditivo.
Personas que registran sus experiencias a través del tacto, el olfato y el gusto usan el sistema representacional kinestésico y utilizan con frecuencia predicados verbales relacionados a estos sentidos como siento que … , me sabe mal … etc.
A continuación veamos un ejemplo verbal de las 3 modalidades escrito por Manuel Cabello Sanz, participante del curso:
Incidencia Ordenador
Ejemplo del sistema representacional visual:
Querido Inocencio: Visualizo en el móvil tu SMS. Por lo que en él leo, veo que este tipo de avería ya pasó hace unos meses. Me viene a la memoria la imagen de tu jefe totalmente desencajado por la indisponibilidad del sistema. Entonces, como ahora, reconocías que no veías el servidor. Esa falta de visibilidad, y que no avistes nada con lo que te topas al andar por la oficina, me permite imaginar que una vez más se ha ido la luz. Sube el automático y ponte a trabajar que últimamente nadie te ve trabajando. Por mi parte, miraré para otro lado y así que ni siquiera pase por la imaginación de tu jefe, porque como lo vea en un parte de trabajo creo que no nos gustaría ni a ti ni a mí, observar su punto de vista, tu negro futuro en la empresa y el brillo en los ojos de tus compañeros de otras oficinas cuando se lo escenifique. ¡Pedazo iluminado!
Ejemplo del sistema representacional auditivo:
Querido Inocencio: Me pita el móvil con tu SMS. Por lo que en él hablas, me suena que este tipo de avería ya pasó hace unos meses. Me zumba en los oídos el grito lastimero de tu jefe por la indisponibilidad del sistema. Entonces, como ahora, comentabas que no escuchabas ningún ruido que proviniera del servidor. Ese silencio, y que oigas como suenan las cosas al chocarte con ellas según andas por la oficina, me llama a deducir que una vez más no hay suministro eléctrico. Sube el automático y ponte a trabajar que últimamente no se te oye hacer nada. Por mi parte, no comentaré el asunto y así que pase silenciosamente para tu jefe, porque como llegue a sus oídos, creo que no nos gustaría ni a ti ni a mí, oír sus voces, tus sollozos cuando te hablen de despido y las carcajadas de mofa de tus compañeros de otras oficinas cuando se lo comente. ¡So petardo!
Ejemplo del sistema representacional kinestésico:
Querido Inocencio: Me vibra el móvil con tu SMS. Lo que de él me llega es que este tipo de avería ya pasó hace unos meses. Me da escalofríos evocar a tu jefe retorciéndose por la indisponibilidad del sistema. Entonces, como ahora, sentías que el servidor no respondía a nada que tecleas. La falta de funcionamiento del teclado, junto con el hecho de que tengas que ir deslizándote por la oficina con las manos por delante tocando todo para no golpearte, me hace aferrarme a la idea que una vez más no hay luz. Sube el automático y ponte a trabajar que últimamente nadie percibe que des golpe. Por mi parte, dejaré que el asunto se enfríe y que no le llegue a tu jefe, porque como le toque la fibra creo que no nos gustaría ni a ti ni a mí, temblar con sus aspavientos, rasgarnos las vestiduras con tu despido y revolcarnos de vergüenza cuando se enteren tus compañeros de otras oficinas. ¡Alma cándida!
Fíjate en tu lenguaje verbal e identifica que sentido utilizas mayormente para percibir tu mundo exterior.
Maru Dávila
Socia Cataliza SCCL
mdavila@cataliza.org www.cataliza.org