Un genio del siglo XX, Steve Jobs

Steve JobsTerminando su biografía no he podido por menos que lanzarme a escribir estas líneas sin pretender, en ningún caso, juzgar a la persona, aunque sí quizás dar mi opinión sobre el personaje.

Sigo pensando que en la raza humana somos tremendamente injustos cuando subimos a alguien al pedestal y le convertimos en un ídolo; injusto para el idolatrado e injusto para el creador del ícono y sus seguidores. Injustos porque divinizamos a alguien y le convertimos en irreal, llevándole a un nivel de exigencia que, simplemente, no es de este planeta.

Al leer su historia, lo primero que me viene a la cabeza es que, siendo personalmente un seguidor apasionado de los productos Apple, posiblemente hacía falta una persona con esas características para crear algo como lo que creó y que, posiblemente, está viviendo uno de sus momentos de esplendor. Apasionado, exigente hasta la extenuación, riguroso y ególatra hasta niveles máximos.

Es seguro que alguien más avezado que yo en este tipo de diagnósticos, podría describir algún tipo de trastorno de manual, aunque está claro que veía el mundo según su propio patrón de conducta y percepción sin considerar, si quiera, que pudiera existir otro modo de considerarlo, es decir, había una clara confusión entre el mapa y el territorio, considerando como única SU verdad.

Trabajar con personas de este talante, suele ser tarea harto compleja, si bien es cierto que suelen cosechar grandes éxitos de los que la historia está llena, no obstante, no me alineo con ese tipo de éxitos, es más, me distancio el máximo posible de sus creadores.

No concibo un tipo de trabajo en Equipo en el que el insulto y la vejación sean el elemento de motivación, como no comprendo que ignorar a una persona sea una de las praxis en un Equipo de trabajo, o distorsionar la realidad la más común de las tareas.

Sí, es cierto que “lo hicieron porque era imposible” es una excelente frase para definir como podemos hacer saltar por los aires las realidades previstas y hacerlas mucho mayores, pero de ahí a provocar una distorsión de la realidad, hay todo un abismo.

Me queda la duda de dónde acaba el personaje y empieza la persona pero, en cualquier caso, está claro que fue uno de los grandes personajes del Siglo XX.

Jordi Vila

Socio

jvila@cataliza.org  http://www.cataliza.org

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