“Lo hizo porque nadie le dijo que no podía hacerlo”
Vivimos en la sociedad más formada de la historia, sin embargo estamos inmersos en la crisis más dura que se recuerde. Se dice que por primera vez generaciones futuras van a vivir peor que sus antepasados. Tasas de paro por las nubes, empresas que reducen personal (ERES), cierres… ¿qué hay del tan escuchado “estudia una carrera y tendrás un buen trabajo”?.
La conclusión a esta “creencia” es que “tener conocimientos” no asegura ni garantiza nada. Conocimientos no significa inteligencia.
Conocimientos sin más no garantiza un futuro, un buen trabajo, o simplemente un futuro. Las claves de los líderes, de las personas y empresas que quieran desmarcarse del resto y triunfar, están en:
- AUTOCONOCIMIENTO: Conócete para que nadie pueda decirte que no vas a conseguirlo, para poder gestionar tus miedos y creencias limitantes que te impiden avanzar.
- ACTITUD: Actitud ante la vida, los retos, los problemas, a lo desconocido. Cree en ti.
- GESTIÓN EMOCIONES: Numerosos estudios revelan que las personas que saben gestionar sus emociones consiguen mayores objetivos y éxitos que el resto.
- RESILIENCIA: Capacidad de saberse levantar ante los golpes recibidos, aprendiendo, y siguiendo adelante.
- CAMBIO: Predisposición y apertura a cambios continuos.
- ACCIÓN: Sin acción todo sigue igual.
Estas son premisas de las que se parte y trabaja desde el Coaching, para sacar el talento oculto de las personas que deciden luchar por sus objetivos, para potenciar su vida, tener equipos de alto rendimiento y empresas “diferentes” a las del montón.
No te pierdas esta fábula para reflexionar acerca de lo expuesto: «EL PERRITO INTELIGENTE»
“Cuenta la historia, que un día, un cazador viajó al África junto con su fiel perrito. El objetivo del viaje era participar en un safari de cacería. Pero durante una de las jornadas de caza, el perrito se alejó del grupo y se extravió.
Habiendo perdido totalmente el rastro del grupo, el perrito comenzó a vagar cabizbajo por la selva. Repentinamente sintió ruido. Levantó su cabeza y vio que una enorme pantera corría hacia él a toda carrera. El perrito comprendió que estaba a punto de ser devorado. Quiso pensar pero no había tiempo. Vio que a su lado había una pila de huesos de un animal muerto y comenzó a mordisquearlos. Cuando la pantera estaba lo suficientemente cerca, a punto de atacarlo, el perrito dijo en voz alta:
– ¡¡¡Ñam… qué rica pantera me acabo de comer!!!
La pantera escuchó aquello y frenó bruscamente. Huyó despavorida pensando:
– ¿Quién sabe qué raro animal será ése?. ¿A ver si me come a mí también?.
Pero un mono que andaba trepado en un árbol cercano oyó y vio la escena. Sin más corrió tras la pantera para contarle cómo la había engañado el perrito: -¡Qué idiota eres pantera, esos huesos ya estaban ahí!. ¿No te das cuenta que solo es un simple perro de ciudad?
La pantera se sintió frustrada por su propia torpeza. Embravecida, corrió a buscar al perrito con el mono montado en el lomo.
Una vez más, el perrito aprecia a lo lejos que la pantera se acerca, esta vez junto con el mono chismoso.
-¿Y ahora qué hago?.
No había tiempo para huir, pero el miedo no lo abatió.
Entonces, en vez de salir corriendo, se quedó sentado dándoles la espalda, como si no los hubiera visto. Y cuando la pantera estuvo cerca para atacarlo el perrito exclamó:
– ¡Este mono es un estúpido, hace más de media hora que lo mandé a traerme otra pantera y todavía no viene!».
Moraleja: Si el perro se hubiera dejado llevar por su conocimiento estaría muerto. El conocimiento le decía que la pantera es gran animal cazador del que no puede escapar. Pero el perro no se limitó a esto, si no que apostó por su inteligencia para superar la complicada situación.
Jordi Urgell
Socio Cataliza
Jurgell@cataliza.org http://www.cataliza.org