AMARA, el único programa de coaching ejecutivo aplicado a la dimensión de maternidad y paternidad que existe en España fue implementado con éxito en una gran compañía. Os explicamos cómo.
Equiparar las cuotas de igualdad
La empresa que contrató los servicios de coaching de AMARA forma parte de una multinacional. Ésta recomienda que se apliquen una serie de medidas para lograr unas determinadas cuotas de igualdad. En España, la diferencia entre el número de hombres y el número de mujeres era mayor en favor del primer grupo. Por ese motivo se solicitó la colaboración de AMARA.
Una de las medidas que se había demostrado muy efectiva era el acompañamiento con coaching a los padres, las madres, y a los jefes de estas personas, además de la revisión de su entorno laboral. Una reestructuración del funcionamiento de las bajas y sustituciones por maternidad, junto con un coaching adecuado empoderaba a las personas implicadas.
Así fue como desde la dirección de Recursos Humanos de esta gran compañía se eligió un grupo de diez personas, con hijos de entre 0 y 3 años, que de forma voluntaria decidieron si querían o no participar. Sólo una persona renunció a formar parte del programa.
“Se eligió un grupo de diez personas, con hijos de entre 0 y 3 años, que de forma voluntaria decidieron si querían o no participar.”
A este grupo se le asignaron dos coach de Cataliza y se inició el proceso de coaching mediante reuniones presenciales en el mismo centro de trabajo.
El camino hacia una transformación cultural en la empresa
Al principio, fuimos testeando diferentes vías de acompañamiento para saber cómo enfocarlo: si más bien hacia un coaching ejecutivo o hacia un coaching de maternidad/paternidad. Para algunas personas, por razones del momento vital en el que se encontraban, no entraba en sus planes una promoción laboral. Lo único que deseaban era mantener su puesto de trabajo.
Hacia la mitad del proceso, cuando ya llevábamos cuatro o cinco sesiones, todos ellos empezaron a ver la utilidad y los primeros resultados al trabajar áreas de networking, de liderazgo y de carrera profesional a largo plazo. Así fue cómo los participantes comenzaron a aprovechar aún más las herramientas que les ofrecíamos.
“Algunas personas fueron finalmente promocionadas o trasladadas a otro departamento donde se podían sentir más a gusto.”
Algunas personas fueron finalmente promocionadas o trasladadas a otro departamento donde se podían sentir más a gusto. Otras lograron integrar una percepción más positiva de su puesto de trabajo y de su contribución a la empresa. En este último caso, sólo con ese pequeño cambio de mentalidad, dichas personas se convertían en más atractivas para una promoción a medio plazo.
Nadie dejó la compañía. Lo que sí ocurrió es que algunos directivos quisieron mantener ciertos derechos, como la reducción de jornada o un horario laboral flexible e intensivo, comenzando muy temprano por la mañana para poder salir a las cuatro de la tarde. En la cultura de la empresa, estos cambios significaron un gran avance, ya que tradicionalmente habían sido siempre muy difíciles de aceptar en personas que ocupan cargos de responsabilidad.
Poner en valor el talento femenino
La implementación del programa AMARA consiguió poner en valor el talento femenino en esta gran compañía. Gracias al acompañamiento, las participantes en el programa lograron equilibrar su vida personal y familiar.
Los efectos positivos más inmediatos se vieron también reflejados al pasar, en algunos casos, de una comunicación casi inexistente a una relación fluida con sus jefes, a poder dialogar sobre temas sensibles relacionados con adecuación de horarios, flexibilidad y puesta en valor de capacidades en vista a promociones laborales. Así, muchas de ellas han sido promocionadas a cargos de mayor responsabilidad o consideradas candidatas para ello.
Para lograrlo, también los jefes pasaron por dos sesiones con Cataliza, una al principio del programa y otra al final. Una parte de la responsabilidad de la situación recae también en ellos, por su posición jerárquica y por la relación cercana del día a día que mantienen con las directivas y madres. Fue un gran acierto tener esto en cuenta.
Visibilidad social y orgullo de pertenencia a la organización
La compañía, que se presentó a la edición de hace dos años del ‘Premio Barcelona a la Empresa Innovadora en Conciliación y Tiempo’, quiso aprovechar para comunicar y explicar el programa de forma interna, mediante su newsletter. De este modo, se generaba entre la plantilla un sentido de orgullo de pertenencia a una organización que proporciona herramientas a personas que recientemente han asumido un rol de padres o madres y que necesitan de un apoyo para asumirlo con equilibrio, superando la legislación vigente en España al respecto.
“Las directivas que vivieron el programa son ahora referentes y promotoras para ayudar a otras personas que se encuentran en su misma situación.”
Las directivas que vivieron el programa son ahora referentes y promotoras para ayudar a otras personas que se encuentran en su misma situación. Además, estas acciones conllevan también un elemento de visibilidad de la organización que los implementa, ya que las empresas medianas y pequeñas suelen tomar como referencia los programas de desarrollo de talento de las grandes.
Por lo general, este tipo de planes se proponen de forma conjunta por parte de los responsables del desarrollo de personas y de quienes lideran la responsabilidad social corporativa. En esta gran compañía, la RSC tiene en cuenta el cuidado de proveedores y colectivos de empleados, para asegurar que todos disfrutan de igualdad de oportunidades.
Sin embargo, no siempre los consejos directivos de las empresas se ven como adecuados para desarrollar programas de este tipo. AMARA defiende la necesidad de trabajar con estos colectivos, precisamente porque los cambios de consciencia provienen de arriba, y desde AMARA se acompaña al responsable de desarrollo de personas y de la RSC a realizar la venta interna de este programa a la alta dirección.