Te escribo porque quiero darte las gracias por el mejor regalo que me has dado en los 10 años que llevo trabajando en la empresa.
Las 8 sesiones del proceso de coaching, debo confesar que me han cambiado. Empezando por el diagnóstico previo 360º como punto de partida del proceso, que me permitió conocer no solo lo que tu pensabas realmente de mí , sino también compararlo con mi auto-evaluación y la percepción que tenían de mí mis compañeros y colaboradores. Lo he vivido como una foto muy real y una especie de homenaje crítico, asertivo y con ánimo absolutamente positivo y constructivo.
Durante las 8 sesiones, trabajé varias creencias que impedían liberar todo mi potencial. Me entusiasmé con el proceso, siempre orientado a la acción y el aprendizaje. Para mí hay un antes y un después tras el proceso de coaching.
Sigue leyendo →