¿Pregunta o consejo?

¿Cuántas veces nos piden un consejo?, ¿Cuántas lo damos sin ser pedido?, por aquello de “permíteme que te diga que yo en tu caso….”, y aquí es donde vamos de salvadores, donde ofrecemos nuestro pescado al hambriento y le condenamos a la dependencia de otros que saben más, tienen más experiencia, son más sabios, …. No debemos olvidar que nuestro consejo está lastrado por nuestras circunstancias.

Cuando a mis colaboradores les daba aquellos sabios consejos (al menos eso pensaba entonces, ahora los cuestiono…¡y no poco!), esperaba que los siguieran y que además me informaran. Luego pude comprobar como muchos de esos consejos, iban contra sus principios, contra sus valores y les impedían crecer a ellos y a la Organización.

Sigue leyendo