Terminando su biografía no he podido por menos que lanzarme a escribir estas líneas sin pretender, en ningún caso, juzgar a la persona, aunque sí quizás dar mi opinión sobre el personaje.
Sigo pensando que en la raza humana somos tremendamente injustos cuando subimos a alguien al pedestal y le convertimos en un ídolo; injusto para el idolatrado e injusto para el creador del ícono y sus seguidores. Injustos porque divinizamos a alguien y le convertimos en irreal, llevándole a un nivel de exigencia que, simplemente, no es de este planeta.
Al leer su historia, lo primero que me viene a la cabeza es que, siendo personalmente un seguidor apasionado de los productos Apple, posiblemente hacía falta una persona con esas características para crear algo como lo que creó y que, posiblemente, está viviendo uno de sus momentos de esplendor. Apasionado, exigente hasta la extenuación, riguroso y ególatra hasta niveles máximos. Sigue leyendo →