Programa AMARA: ‘Acompañamos y empoderamos a los directivos en su rol como padres y profesionales’

ENTREVISTA CON JUDITH APARICIO, COACH DE CATALIZA Y CREADORA DE AMARA

Judith Aparicio es especialista en coaching para la maternidad y la paternidad. Licenciada en Ciencias de la Educación, con un máster en Dirección de Recursos Humanos, aporta más de 20 años de experiencia en las áreas de coaching ejecutivo, coaching de equipos, gestión del cambio y consultoría de desarrollo organizacional.

¿Qué es AMARA? ¿A quién se dirige y para qué sirve?

AMARA es un programa de coaching ejecutivo, dirigido a directivos, a personas que ejercen roles de liderazgo de equipo. A la vez que trabajamos con ellos la gestión de conflictos, el liderazgo, el networking u otras áreas del coaching ejecutivo, también incluimos su dimensión de maternidad y paternidad.

¿Por qué AMARA trata esta dimensión de forma separada?

Con la maternidad o paternidad, las personas inician una etapa en la que tienen más situaciones que gestionar, y las empresas nos piden ayuda con herramientas de coaching para acompañar a los directivos. El hecho de ser padres desencadena una nueva situación, una oportunidad que debe ser comprendida e integrada, que repercute profesionalmente y de la cual podemos sacar grandes beneficios.

Sin embargo, normalmente las empresas y las personas no lo ven como una oportunidad…

Cierto. Suele suceder que las empresas reciben la noticia de la paternidad o maternidad como un obstáculo. Es un asunto del cual intentan no hablar ni unos ni otros. La persona que ha tenido un hijo puede no ser considerada para una promoción o cambio estratégico en la empresa. Se tiende a no hablar de todo ello.

¿Con AMARA esto cambia?

Con el programa AMARA pretendemos normalizar la situación, empoderar a los nuevos padres y a las nuevas madres, transmitir a los directivos y jefes mejores maneras de gestionar las relaciones con ellos y ellas… y lo que parecería un obstáculo transformarlo en un catalizador del éxito de esa persona.

Dicho así suena bien, pero ¿cómo se hace?

La maternidad o paternidad representa un cambio sustancial de valores, de los más importantes que una persona puede experimentar. Dejar de gestionar la propia vida para pasar a tener a nuestro cargo personitas que necesitan una atención especial, nos hace ganar en cuotas de empatía.

En la empresa, no se suele dar tanta importancia al hecho de la paternidad…

Es verdad. Y, ciertamente, la tiene. Está demostrado que los niños que son apartados de sus padres a edades muy tempranas para ser atendidos por cuidadores que no son familiares consanguíneos no obtienen ni de lejos los mismos resultados. Los gobernantes de países como Suecia o Finlandia, que facilitan la conciliación, lo saben. Y saben que esto conlleva consecuencias negativas para los países. La transformación que propone AMARA no sólo afecta a las personas que deben atender a sus hijos, sino también quiere responsabilizar a los directivos y empresarios al respecto de este asunto. Las sesiones de coaching van dirigidas a unos y a otros. Los estados y los gobiernos también deberían contribuir flexibilizando los sistemas de trabajo.

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¿Hablamos de conciliación?

Conciliación sí, pero no solamente. Partimos de la idea de que los pequeños cambios son poderosos. Imaginemos la cúpula directiva de una empresa del IBEX 35 en la que el 94 por ciento son hombres y sólo el 6 por ciento son mujeres. Esto ocurre en los consejos de administración. Pues bien, se ha demostrado que la diversidad de culturas y de género proporciona resultados económicos mucho más elevados en las empresas. Nos hemos de preguntar qué ha pasado para que sólo el 6 por ciento sean mujeres. Si echamos la vista atrás, observaremos que ha habido entre las mujeres una falta de promoción laboral, precisamente en las franjas de edad en que ellas han sido madres.

Interesante…

AMARA trabaja de base la autoestima de la persona que se encuentra en el momento del cambio a su nuevo rol. ¿Por qué? Pues porque en esa etapa una adecuada gestión de las relaciones con compañeros, jefes y otras personas en la empresa resulta clave para conseguir el equilibrio deseado.

¿Es necesario entrar en temas tan personales como es la autoestima?

Sí, hace falta. A veces, las empresas no ven clara la necesidad de trabajar ámbitos personales del coachee. Sin embargo, está demostrado que si acompañamos a la persona de forma holística y global, los resultados económicos se manifiestan enseguida en forma de mayor retención del talento, estabilidad en la empresa e incluso promociones a nuevos puestos. Las personas somos un todo y los asuntos personales también son profesionales.

¿Qué tipo de empresa es más proclive a contratar los servicios de AMARA?

Suelen ser empresas más sensibilizadas, que desean mantener un equilibrio y una armonía en sus estructuras. Generalmente, se trata de empresas cuyo objetivo principal es el crecimiento económico. Quieren crecer rápidamente, de forma sostenible en el tiempo; quieren cambiar la cultura y aprovechar el talento de la empresa para conseguirlo sin dejarse a nadie de lado. Muchas de ellas han probado otras fórmulas en áreas de gestión del talento, pero no han conseguido los objetivos de ventas o de cambio cultural que se habían propuesto con ello.

¿Es éste es un programa innovador, diferente a todos los demás?

Sí, así es. No existe en España ningún programa igual. No hay ningún programa que combine gestión de carrera, paternidad y coaching en la manera cómo lo hacemos en AMARA. Somos los únicos. Cuando las empresas lo prueban se dan cuenta de que han encontrado la ‘piedra filosofal’, el punto necesario para convertirse en una empresa de éxito.

¡Qué gran noticia!

Siempre hay personas en las empresas que se dan cuenta de que algo no va bien. La parte más visible es la gran desigualdad en número entre hombres y mujeres en los consejos de administración. Estas personas suelen ejercer una responsabilidad en el crecimiento de la empresa, tal vez han vivido ya la experiencia de tener hijos y tener que gestionar la carrera profesional a la vez. Son más sensibles a darse cuenta de que en estas etapas se puede recuperar y catalizar el talento de forma espectacular puesto que ellos mismos así lo han experimentado.

En otras ocasiones, puede ocurrir que grandes empresas multinacionales, con la central en Francia, Alemania u otros países europeos donde la igualdad de género es importante, reclamen a sus subsidiarias cambios en este sentido.

¿Qué tipos de acciones propone AMARA?

No somos partidarios de cambios radicales. El objetivo de AMARA no es el de modificar la dinámica de la empresa, sino que lo que quiere es realizar cambios de continuidad con las personas. Una modificación del horario o una guardería no inciden en la esencia. Las cosas que funcionan son sencillas. Por ejemplo, dar la posibilidad a la persona de acudir a buscar a sus hijos al colegio y ver cómo les brilla la mirada produce cambios importantes en la asertividad con sus jefes. O poder llevar de viaje a un hijo durante un fin de semana confiere mayor autoconfianza a la persona, que se ve capaz de presentar un proyecto con mucha más seguridad y liderazgo. Y esas cosas ocurren cuando las personas podemos desarrollar nuestra dimensión como padres o madres.

La flexibilidad resulta clave en estos procesos

Efectivamente. Años atrás, el teletrabajo estaba casi mal visto y, en cambio, se ha demostrado que es una gran herramienta. Con el programa AMARA se suavizan las relaciones y el teletrabajo surge como una opción muy válida para flexibilizar los clásicos horarios de nueve de la mañana a siete de la tarde. Las personas que lo utilizan suelen trabajar más y mejor.

¿Por qué el programa AMARA sólo se aplica a directivos?

Creemos que el cambio cultural que necesitan las empresas debe comenzar por la alta dirección. El programa se puede aplicar en otros niveles, sin embargo no recomendamos descender por debajo de la categoría de senior managers, para poder obtener un impacto en cascada. Hay casos de empresas que han querido actuar a tres niveles: alta dirección, mandos intermedios y especialistas. Eso sí, debe ser siempre una decisión libre. A veces, hay personas que no desean transitar por un proceso de autoconocimiento y de cambio profundo en su visión de los roles como directivo y como padre o madre. Hay quienes eligen no aprovechar este acompañamiento.

¿Cuánto tiempo puede durar un proceso de este estilo y en qué momento es adecuado iniciarlo?

Depende de cada persona, pero normalmente recomendamos una duración de entre nueve meses y un año. Hay empresas que han optado por ofrecerlo a madres y padres de niños hasta 3 años. En otras ocasiones, el programa AMARA lo hemos facilitado en el momento de la maternidad, es decir dos sesiones antes de dar a luz, dos o tres después, y alguna más cuando la persona se reincorpora a su puesto de trabajo. Las personas agradecen poder compartir sus inquietudes sobre su futuro inmediato y que esperan de él como padres y madres y profesionales. Empezar a trabajar con el programa AMARA antes de ser padres resulta muy fructífero.

¿Más hombres o más mujeres?

A los hombres les encantaría ser incluidos en nuestros programas AMARA. La realidad es que no suele ser así. Actualmente, del orden del 70 por ciento son mujeres. Cuando hemos tenido oportunidad de trabajar con los hombres, lo agradecen muchísimo. Les encanta poder trabajar estas dos dimensiones, como directivos y como padres. Hemos obtenido resultados prometedores y hemos conseguido desencallar temas de liderazgo de equipo, superar escollos por problemas de estrés y reequilibrar a la persona con resultados excepcionales.

Ahora además se dan casos de familias reconstruidas

En general, nos encontramos casos de estructuras clásicas de familia, pero también se dan otras combinaciones. Por ejemplo, madrastras de los hijos de la pareja que, con la custodia compartida, conviven todos bajo el mismo techo. Estas mujeres necesitan ubicarse con una identidad en esta nueva situación familiar. O parejas compuestas por dos mujeres. Tomar consciencia y trabajar la realidad familiar de cada persona es la base del programa AMARA.

¿Algún caso en especial que recuerdes con cariño?

Sí. El de una mujer que en su casa lo decidía todo, pero en cambio en el trabajo le costaba mucho dar órdenes. No quería ser o parecer tan directiva. A través del coaching, la persona descubrió sus habilidades de liderazgo. Aprendió cómo aprovechar en el trabajo las cualidades que sacaba a relucir en el ámbito familiar. Es muy saludable y productivo aplicar aspectos de un ámbito en el otro.

¿Deben actuar los gobiernos y los políticos?

Los gobiernos deberían apoyar todos los programas que ayudan a las empresas a ser más exitosas, a aprovechar el talento que tienen. Por ejemplo, los autónomos no tienen derechos sociales cuando tienen un hijo. Y no es de recibo que sea así. También una reorganización de los horarios en nuestra cultura representaría un gran avance: comenzar a trabajar antes, comer más temprano y procurar acabar la jornada laboral a una hora razonable para poder compartir la cena con los hijos a las ocho de la tarde. Regular los horarios de la televisión y las vacaciones para facilitar que las personas puedan conciliar el trabajo y la familia. En general, la racionalización de los horarios contribuiría a una mayor rentabilidad en las empresas y a una mayor felicidad de las personas y las familias.

AMARA dimensiona la vida y el cuidado de los hijos para dar una plenitud de ser a la persona, en su entorno familiar y en su entorno de empresa.

Blog de Judith Aparicio

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